El premio Nobel, de visita profesional en Madrid, acude a la asamblea del 15-M
El I Foro social del 15-M, que se celebró ayer en el parque del Retiro, recibió una visita sorpresa, la del Premio Nobel de1 Economía Joseph Stiglitz. El economista estadounidense - que forma parte del grupo de notables convocado por el PSOE para asesorar al partido y que hoy se reunirá con Zapatero y Rubalcaba -, dio un discurso de 12 minutos a los alrededor de 300 indignados que se congregaron en los jardines que rodean el Palacio de Cristal para hablar de los problemas que indignan al movimiento y mejorar su coordinación interna aprovechando la visita de caminantes llegados a Madrid desde toda España.
Quienes lograron que Stiglitz se acercara hasta el Retiro para dirigirse a los indignados es un grupo de doctorandos de la facultad de Ciencias Económicas de las Universidad Complutense que participaron en un curso de verano de Economía política de la crisis celebrado en San Lorenzo del Escorial, en colaboración con la Fundación Ideas y del que Stiglitz era ponente. Estos jóvenes economistas, que también forman parte de la comisión de Economía surgida de la acampada de la Puerta del Sol, propusieron al Nobel que participara en el foro, y tras consultar su agenda, este aceptó. Pasadas las siete, el Nobel (que recibió el premio en 2001 y es autor, entre otros, del libro El malestar en la globalización) se dirigió a los indignados que en ese momento asistían al espacio dedicado a economía como el resto de los participantes en el foro, con megáfono, y también traductor.
Stiglitz hizo un discurso breve en el que empezó por defender la necesidad de regular los mercados: "La crisis económica ha demostrado los problemas que sufre actualmente el capitalismo con unos mercados que se rigen sin regulación. La experiencia de las últimas tres décadas nos demuestra que hay una necesidad de que los Estados recuperen un papel importante y de que se regulen los mercados". Luego agregó: "En el mundo hay grandes necesidades que no están cubiertas, no solo en Europa, también en EE UU. Siete millones de americanos se han quedado sin casa por la crisis y el problema irán a peor porque se están aplicando políticas de austeridad y reducción de impuestos".
Stiglitz – siempre despacio y vocalizando – ha destacado que EE UU debería aprovechar los bajos tipos de interés para invertir en educación, tecnología e infraestructuras, cuyos retornos son muy importantes. Sobre Europa, subrayó lo positivo de lo ocurrido el jueves: "Los países reunidos en Bruselas han llegado por fin a un acuerdo para ayudar a Grecia, lo que representa el primer paso hacia la solidaridad y también al reconocimiento del problema".
Finalmente, lanzó un cariñoso mensaje de apoyo a los indignados: "Veo aquí una energía muy reconfortante y espero que la uséis de forma constructiva. No se pueden cambiar las malas ideas por la ausencia de ideas, sino que hay que buscar buenas ideas. Y para traerlas al debate público hace falta mucha organización y liderazgo. Va a ser una lucha dura porque estas malas ideas están muy asentadas en el discurso político y económico dominante. En estos momentos tenemos una gran oportunidad de unir la ciencia económica con el compromiso y la justicia social y crear una nueva economía. Os deseo la mejor suerte".